Laboratoria – Latin American Leaders Awards – Nominados 2022
PREMIAD@ 2022: Latin American Leaders Awards son los premios más reconocidos en Europa Central para Líderes de América Latina trabajando en Desarrollo Sostenible e Innovación Social.
DISFRUTA LA ENTREVISTA COMPLETA Y VOTA AL FINAL:
Gabriela Rocha
Co-founder & COO – Laboratoria
Ciudad de México, México
Tu Campo de Estudio o Especialización
Psicología y Desarrollo Internacional
¿Qué hacen y por qué?
Yo soy co-fundadora y COO de Laboratoria, organización cuya misión es impulsar a mujeres latinoamericanas que sueñan con un futuro mejor a comenzar y crecer una carrera transformadora en tecnología. En Laboratoria, seleccionamos mujeres con alto potencial que no tuvieron acceso a educación superior de calidad, las formamos en desarrollo web y diseño de experiencia de usuario y luego las conectamos con oportunidades de trabajo en la industria de tecnología.
Empezamos en el 2015 y hasta la fecha hemos formado a +2700 mujeres, 85% de ellas consigue un trabajo en tecnología, y el aumento salarial promedio de las egresadas es de 2.7x.
He asumido distintos roles en Laboratoria a lo largo de sus 8 años de historia. Empecé liderando las operaciones de México, luego asumí el área de Growth para liderar la expansión de la organización a Guadalajara, Colombia y Brasil, y finalmente desde el 2019 vengo ejerciendo como COO, liderando un equipo de más de 60 personas, responsable por la ejecución de los principales pilares de Laboratoria – admisiones, bootcamp y colocación laboral.
Mis motivaciones por trabajar en Laboratoria son muchas. Amo trabajar de la mano con personas tan apasionadas y talentosas, me emociona tener un trabajo que me reta todos los días y donde aprendo constantemente, y finalmente, me llena de orgullo y propósito formar parte de un equipo que está impulsando una misión tan importante como la de transformar las vidas de miles de mujeres a través de una formación enfocada en el trabajo, accesible y de alta calidad.
¿Cómo llegaron hasta ahí?
Mi camino no fue una línea recta. Rara vez lo son. Yo siempre me dediqué a proyectos con un fin social. Desde que era niña, cuestionaba las injusticias sociales en mi entorno y nunca me llamó ningún otro trabajo que no estuviera dedicado a hacer frente a las problemáticas sociales de nuestra sociedad que tanto abundan. Luego de hacer distintos voluntariados en mi adolescencia, empecé mi carrera profesional en responsabilidad social corporativa.
A pesar de que los proyectos eran interesantes y con buenos resultados, sentía que el impacto posible era extremadamente limitado.
El foco de la empresa no era ese, y no seríamos capaces jamás de impactar a un número significativo de personas, mucho menos crear soluciones que se sostuvieran en el tiempo. Eso me llevó al sector público, donde el trabajo podría tener un impacto enorme, a gran escala. Sin embargo, me desilusioné con lo politizado que era todo.
Las decisiones eran tomadas en función de los intereses políticos y mucho se hacía para la foto más que velando por el cumplimiento de los objetivos del proyecto. Pensé que quizás desde la consultoría podría asegurar que los proyectos del gobierno fuesen mejor diseñados, con mejores probabilidades de tener éxito, pero una vez trabajando como consultora, me frustré con no poder dar vida a las ideas.
Fue por ese camino de altos y bajos y mucha búsqueda que llegué al emprendimiento social. Sentí, a través de Laboratoria, que el cambio en la vida de nuestras estudiantes podría ser profundo. Sabía, que no solo sus vidas mejorarían, pero a través de ellas, también la de sus familias, y de su comunidad.
Podrían inspirar a otras mujeres más a transformar sus vidas, hacerlas saber que ellas tampoco tenían que encajar en los roles restringidos al que la sociedad encapsula a las mujeres. Apostar por este talento diverso y entonces desperdiciado, podría ser revolucionario, especialmente en una industria que tanto lo necesita.
Sabía que podía agregar valor y dejé todo para construir Laboratoria junto con mis socios. Tenía que hacer parte de esta historia.
En 5 puntos. ¿Cuáles son los retos más difíciles que enfrentaron y cómo los resolvieron o intentaron?
1) En Laboratoria, convertirnos en buenos educadores – Lo hicimos cuestionando todo siempre, apasionándonos del problema más que de la solución, y aprendiendo todos los días con los que nos inspiraban con la calidad de su trabajo, y en equipo, haciendo, fallando y reintentando.
También fue clave aspirar a tener un programa de altísima calidad y no descansar hasta que lo lográramos. Tuvimos muchos momentos difíciles en nuestra historia como organización y en la mia como emprendedora. Hubieron ocasiones en que nuestro bootcamp no estuvo a la altura de nuestra promesa y de la expectativa de las estudiantes.
En otras, tomamos decisiones equivocadas de las cuales fuimos forzados a aprender, cuando las consecuencias de esas decisiones ya se sentían. Superamos esos retos manteniéndonos fieles a nuestra razón de existir, reconociendo los errores, teniendo las conversaciones difíciles necesarias para entender a profundidad los problemas, y trabajando arduamente para ser consistentemente mejores. Hoy, nuestro bootcamp es de clase mundial y nuestras estudiantes compiten con egresados de las mejores universidades de latinoamérica por los mismos puestos de trabajo.
2) Transformar mi estilo de liderazgo a uno más auténtico, con el que me sentía cómoda – yo venía de un contexto muy tradicional en mis experiencias laborales previas y llegar a Laboratoria me permitió reencontrarme con elementos de mi esencia que yo sentía no podía mostrar como líder.
Había aprendido que ser líder era tener las respuestas a todo, era mostrar fortaleza siempre, nunca dudar, y supervisar el trabajo de los demás. Odiaba esa definición de liderazgo pero era la única que yo conocía anteriormente. Tuve que reaprender, permitirme ser vulnerable y recrear una nueva definición de liderazgo que tuviera sentido para mi y la organización. Fue muy difícil al inicio, pero lo logré. Hoy soy una líder mucho más auténtica, humana y efectiva, gracias a eso.
3) Construir en sociedad – Dicen que las sociedades son difíciles, y lo son. Co-fundar un emprendimiento con alguien y no hacerlo sola es también lo mejor que puedes hacer como emprendedora.
Tener un socio te fuerza a verte a ti en el espejo todos los días con todas tus cualidades pero también todos tus defectos. Tanto como tu socio, nadie te puede acompañar mejor en tus áreas de oportunidad, hacerte ver lo que tú no estás viendo, sacrificar tanto por ti, ceder, y dedicar tanto de su vida a algo tuyo. Como en un matrimonio, el compromiso es a largo plazo.
Las sociedades tienen sus altos y bajos, y en la nuestra, tuvimos momentos difíciles de malentendidos y de diferencias de visión. Superar eso por el bien de la organización ha sido un reto enorme pero extremadamente valioso y nos ha hecho más fuertes y más unidos en el proceso.
4) Vivir en una comunidad indígena – Luego de vivir en algunas de las principales urbes de latinoamérica y Estados Unidos, a los 22 años mi camino me llevó a vivir en Tinki, una comunidad indígena de menos de 1,000 personas en los Andes peruanos.
Adaptarme en ese entonces a una vida rural, remota, a +4,000 metros de altura, sin hablar quechua, tratando integrarme a una comunidad de personas tan distintas a mi fue un enorme desafío.
La experiencia me sacó de mi zona de confort, me hizo cuestionarme a mi misma y enfrentar mis limitaciones, y me dio nueva perspectiva y propósito. Conocí personas muy especiales y seré eternamente agradecida por la receptividad, el cariño y la paciencia que tuvieron conmigo.
5) Convertirme en mamá – Sin duda el reto más grande de mi vida ha sido la maternidad. Es una experiencia profunda de la cual emerges como otra persona y te tienes que volver a conocer.
Es difícil explicar el nivel de transformación que uno vive a todo nivel…mente, cuerpo y alma. Pocas cosas se comparan. El sacrificio es enorme pero el privilegio es aún más grande.
Una frase que los describa
“Don’t pickle things” (o “no pongas las cosas en conserva”) Leí esa frase una vez en un artículo y me sentí muy identificada.
Soy mucho de vivir el momento. Valoro las experiencias y el camino más que el destino. Me gusta la espontaneidad, aprovechar las oportunidades que se presentan hoy.
No guardo los vestidos para ocasiones especiales, ni el vino para una celebración. Trato de disfrutarlo cuando quiero, cuando se pueda. Trato de hacer de momentos sencillos, especiales. La pandemia reforzó más que nunca la importancia de no dejar muchas cosas para después porque no se sabe qué puede pasar.
¿Cuál es el atributo más importante que debe tener un líder? ¿Por qué?
Humildad. Humildad para escuchar, para reconocer que no tenemos siempre las respuestas, para construir en equipo y para enseñar desde el ejemplo. Liderar es un privilegio y solo la humildad nos permite verlo así. Es desde ese lugar que una líder logra inspirar y movilizar a los demás.
¿Qué es lo que más te apasiona en esta vida? ¿Por qué?
Me apasiona servir con propósito. Dedicar mis días a pensar en cómo solucionar algunos de los problemas más grandes que tenemos como sociedad. Y poder hacerlo en equipo, con otras personas tan dedicadas, teniendo conversaciones de las cuales aprendes todos los días, es extremadamente motivador.
¿Cuál consideras tu mejor talento? ¿Por qué?
Hice esta pregunta a algunas personas que me conocen bien y resultó ser la resiliencia en momentos difíciles. Las cosas no me resbalan y realmente sufro cuando estoy pasando por un momento difícil. Pero soy optimista, positiva, y soy la que muchas veces ve la luz en situaciones oscuras.
Me enfoco en eso para salir adelante y buscar que las crisis se vuelvan oportunidades para aprender y crecer. Tanto a nivel personal como profesional, siento que la resiliencia para enfrentar situaciones retadoras con dignidad es importante.
¿Quién es el/la líder que más admiras? ¿Por qué?
Tengo una profunda admiración por Malala Yousafzai. La fuerza de su convicción, los riesgos que tomó por una causa mayor, su inteligencia a tan temprana edad, su dedicación incansable al derecho de la educación para las niñas. Pocas personas me impresionan y me inspiran tanto.
¿Cuál es el mejor consejo que has recibido?
“Si fuese fácil o tan buena idea, alguien ya lo hubiera pensado o hecho” – consejo de Eve Spangler, mi profesora de sociología de la universidad. Me acuerdo que la primera vez que lo escuché, no me gustó. Pensé en todas las visionarias e innovadoras cuyas invenciones fueron tan importantes para la sociedad pero que fueron tan desacreditadas.
Me di cuenta a lo largo de los años que no había entendido el espíritu del consejo. Es un recordatorio para no cerrarte a tus ideas; para no pensar que el mundo es tan blanco y negro que tu idea o tu visión de cómo deberían ser las cosas es la mejor; que las cosas realmente disruptoras son complejas y difíciles de lograr, toma tiempo y esfuerzo.
¿Cuál crees qué es el reto más urgente en tu región o país?
La democracia y el cambio climático.
Si tuvieras el poder de cambiar algo en tu región o país. ¿Qué sería?
La desigualdad.
Tu Libro más recomendado
Educated – Tara Westover
Tu Película o Serie más recomendada
The Wire – serie; Cinema Paradiso – película
Si tuvieras que elegir solo 3 Apps para instalar en tu teléfono ¿Cuáles serían?
Apple Podcast – me acompañan en mis caminatas todos los días Google Maps – mi orientación espacial me falla con frecuencia y Google Maps me salva.
Goodreads – mi listado de libros que ya leí y que quiero leer, con recomendaciones de mis amigos y amigas.
Si pudieras viajar 10 o 20 años al pasado ¿Qué consejo te darías a ti mismo?
“Abandona los libros que no te gustan”. Tanto en el sentido literal como figurativo, la vida es demasiado corta y el tiempo pasa demasiado rápido para que nos forzemos a hacer cosas que no nos llenan.
Tomaste una decisión o un paso hacia un camino. No te gustó? No te llevó adonde debería? Aprende y cambia. Muévete.
Pasé mucho tiempo insistiendo con decisiones que tomé por sentir que “abandonar” sería un fracaso. Es en el movimiento que ocurren las cosas. Hay que darle chance a las cosas, darle tiempo, y hay que honrar compromisos. Pero hay que reconocer también cuando el miedo al fracaso te mantiene estancada.
En 5 breves puntos ¿Cuáles son tus mejores 5 tips/lecciones de liderazgo?
1) Permítete ser vulnerable ante los demás y muéstrate tal y como eres.
2) Establece el norte y el “porqué” y deja que tu equipo defina el “cómo”.
3) Estáte disponible para tus reportes directos, siempre.
4) Cuando no sabes algo, no finjas saberlo, dilo sin miedo.
5) Sé abierto a cambiar de idea y de punto de vista.
¿Cómo te ves en 10 años y cómo llegarás hasta ahí?
Me encantaría poder mirar hacia atrás en 10 años y sentir que mi trabajo hizo la diferencia en la vida de las mujeres en latinoamérica.
Que la condición de las mujeres en LATAM haya mejorado a raíz de nuevas oportunidades que hayan sido posibles, en parte, por el trabajo de Laboratoria. Espero también poder inspirar a otros jóvenes a que dediquen sus carreras profesionales a resolver los tantos problemas sociales que tenemos, y que sientan que vale la pena hacerlo.