El último artículo de Bernie Sanders publicado en The Guardian nos recuerda un grito que líderes de todo el mundo hacen desesperadamente: el cambio climático es una crisis de justicia y liderazgo.
Sanders, conocido por ser un izquierdista radical democrático, sugiere una idea radical: Estados Unidos y China deben recortar mutuamente sus presupuestos militares y utilizarlos para intensificar sus esfuerzos por mejorar la eficiencia energética, acelerar la transición al desarrollo sostenible y poner fin a la dependencia de los combustibles fósiles.
Los fondos adicionales deberían ayudar a los países de bajos ingresos afectados por el cambio climático.
Déjame darte el número detrás de la idea de Sanders:
Está demostrado que una transición justa y equitativa hacia el desarrollo sostenible es posible con una inversión mínima, a comparación con los grandes daños que causarán las catástrofes del cambio climático. El mundo necesitará 175 USD trillones de dólares (escala en inglés).
Sin embargo, se cree que el coste se puede reducir en aproximadamente un 40% con tecnología, especialmente Clean Tech y Green Technologies.
Por lo tanto, el monto total para proporcionar energía limpia y erradicar la pobreza nos costaría 87,5 USD trillones de dólares.
Estados Unidos tiene uno de los presupuestos militares más altos del mundo: alrededor de 750 billones de dólares anuales. China, con el segundo mayor presupuesto militar, gasta aproximadamente 250 billones de dólares al año (aparentemente). Para un total de 1 trillón de dólares americanos al año.
Las Naciones Unidas han estimado que se necesitarían 10 billones de dólares adicionales por año en gasto público y privado para que todas las naciones desarrolladas y en desarrollo alcancen los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible para 2030.
SUPONIENDO que China y Estados Unidos renunciaran a sus presupuestos militares, el mundo debería esperar un recorte del presupuesto militar por parte de todos los países desarrollados para cubrir los 10 billones de dólares adicionales faltantes al año, y llegar a los 87.5 trillones necesarios para 2030.
Una simple asignación presupuestaria nunca resolvería la mayor amenaza de la humanidad. Por eso siempre lo repetiremos: el cambio climático es una crisis de justicia y liderazgo.
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El cambio climático requiere urgentemente cooperación internacional y NO guerras geopolíticas.
El mundo pide a gritos que la guerra entre Estados Unidos y China sea contra el cambio climático, y no entre ellos.
En los últimos años, ha existido avances alentadores en la transición de los combustibles fósiles a fuentes de energía renovables.
Varios países, incluidos Estados Unidos, China y la Unión Europea, han realizado inversiones sustanciales en energía limpia y eficiencia energética.
La energía solar ya está atrayendo más capital que el petróleo por primera vez y se predice que para 2025, las energías renovables superarán al carbón como principal fuente de electricidad mundial.
A pesar de estos avances, los esfuerzos actuales no son suficientes para evitar daños significativos e irreversibles a la Tierra.
Si los países no invierten más y operan con mayor urgencia para reducir las emisiones de carbono, el mundo podría cruzar el umbral crítico de temperatura a principios de la década de 2030.
Más alla de pensar si es posible dejar las armas y empezar a invertir más en páneles solares y turbinas, líderes de todo el mundo deben de unirse a la llamada que hace Sanders y RADICALIZAR el grito: Necesitamos una guerra contra el cambio climático, y NO una guerra armamentista entre Estados Unidos y China.
Roberto A. Arrucha – @Arrucha
Director de The Global School for New Leadership