¿Cómo podemos ayudar mejor ante un desastre?
noviembre 1, 2024

The New Global School  

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«Los terremotos no matan, lo que mata es la falta de infraestructuras, el caos, la falta de preparación, de recursos y de capacidades»

Badaoui Rouhban, exdirector de la Unidad de Prevención de Desastres de la UNESCO.

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* 1998, el huracán Mitch azotó HondurasMurieron más de 11.000 personas. Más de un millón y medio se quedaron sin hogar.

Sergio estaba coordinando el equipo de socorro en el lugar cuando recibió una llamada de atención: “Recibí una llamada de uno de nuestros expertos en logística que dijo que un avión lleno de suministros no podía aterrizar porque había ropa en la pista. Está en cajas y fardos, y no podemos moverlos”. “¿De quién es esa ropa?”, se preguntó. “Bueno, no sé de quién es, pero hay un zapato de tacón alto, solo uno, y un fardo de abrigos de invierno”. “¿Abrigos de invierno? Es verano en Honduras.»

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* 2004, después del desvastador tsunami en el océano Índico, una playa de Indonesia quedó llena de ropa usada. No hubo tiempo para que los trabajadores de desastres clasificaran y limpiaran la ropa vieja, así como cientos de latas de comida. Así que las contribuciones simplemente se quedaron ahí y se pudrieron.

Rápidamente se volvieron tóxicas y tuvieron que ser destruidas, los voluntarios y los gobiernos locales les echaron gasolina y les prendieron fuego, y luego todo se fue al mar. Esta falta de previsión entre la ayuda, los voluntarios y los locales ha sido como una de las «peores catástrofes de las buenas intenciones de la ayuda».

Adicionalmente, dos años después, en un estudio para medir la efectividad de la ayuda recibida durante la construcción, descubrieron que a las comunidades se les dio la opción de elegir entre casas de primera clase o casas de beneficio común; las familias que eligieron la primera clase se quedaron sin más ayuda. Las economías locales colapsaron debido a la gran desigualdad que se generó en la vivienda.

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* 2017, Terremotos en México,  llegaron ayudas por miles de millones de dólares, tanto ayuda nacional como extranjera. Mucha de ésta fue donada en artículos debido a la falta de confianza de los donantes para hacer un aporte monetario que no se traduzca en ayuda. ¿Resultado? Bodegas llenas de donaciones sin nadie que las distribuya, líderes locales acaparando la ayuda y disturbios de personas “robándolas”.

Al final, el gobierno tuvo que monopolizar toda la ayuda para poder administrarla eficientemente, provocando aún más enojo de los que ayudaban y los afectados

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* 2017, el hurracán Harvey azotó Texas,  dejando a miles de personas desplazadas y sin hogar; la infraestructura de muchas ciudades colapsó, por lo que la ayuda se envió en millones de botellas de agua.

Semanas después, el Centro de Información Internacional de Desastres de USAID informó con gran preocupación: “Tuvimos que aprender por las malas que la ropa usada y el agua embotellada no son artículos útiles para recolectar cuando se trata de ayudar, solo desperdician tiempo, dinero y esfuerzo de nuestros voluntarios”.

Esto se debe a que el agua embotellada es muy cara de enviar y almacenar, y crea un problema cuando no se solicita. Cuesta 350,000 dólares enviar 100,000 litros de agua embotellada. Por solo 300 dólares, los grupos de ayuda pueden comprar un filtro purificador de agua que proporciona 1,000 litros de agua.

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* 2018. Guatemala, el volcán de Fuego entra en erupción, dejando al menos 50 muertos y miles de personas sin hogar. Aunque la ayuda ya está movilizada, ya hay problemas en la logística, como las organizadas por un sacerdote de El Salvador, que recogió toneladas de donaciones de las comunidades locales, solo para ser abandonado.

4 camiones con 15 toneladas de ayuda fueron enviados de regreso a El Salvador debido a que nadie en Guatemala pudo recibirlas.

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* 2024. Valencia, España La DANA golpea las costas de España y deja a su paso destrosos y más de 200 muertos, la mayoría tomados por sorpresa ante un caótico sistema de alertas.

Miles de voluntarios de todas partes de España se movilizan hacia las zonas afectadas tan solo para encontrarse en un embudo que los convierte en el tapón de las carreteras que no deja entrar la ayuda oficial de víveres y agua potable que vienen en cisternas.

La policía opta por pedirle a los voluntarios que regresen a casa.

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 ¿Cómo podemos ayudar más eficientemente?

Quienes hemos tenido la oportunidad de trabajar profesionalmente en iniciativas sociales y humanitarias, llamamos al desbordamiento inmediato de ayuda el “Segundo Desastre”, dejando aún más víctimas que en el desastre original.

Esta pequeña guía te permite dar algunos consejos para organizar mejor la ayuda:

1. Mantente informado y espera.

La solidaridad exige una respuesta inmediata, sobre todo después de ver fotos y vídeos de las víctimas invadiendo las redes. Nos golpea el corazón y nos obliga a hacer algo.

Sin embargo, si no recibes de algúna persona que esté directamente solicitando la ayuda desde el lugar del desastre, los equipos de Ayuda para Desastres ya están en marcha, y tienen como objetivo la respuesta rápida para todo tipo de desastres.

La verdadera ayuda se necesita más cuando llegan la etapa de reconstrucción, cuando los fondos son escasos.

Tu esfuerzo es necesario DESPUÉS del desastre, cuando la emergencia pasa y se requieren los esfuerzos de diagnóstico y reconstrucción.

La mejor ayuda que puedes hacer a los equipos y fondos especializados de reacción inmediata, es ayuda financiera. Dona antes de salir corriendo con tus buenas intenciones.

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2. Antes de donar, hazte las siguientes preguntas:

En cada desastre, uno de los fondos de rápida reacción provienen de campañas de recaudación de fondos de organizaciones con mayor especialización en la gestión de ayudas. Si haz decido donar, genial!, pero también es importante hacer estas preguntas antes de donar:

1. ¿Quién gestiona la ayuda? ¿Es un equipo en campo con experiencia en atención de emergencia y/o gestión de ayudas?

2. ¿A dónde va la ayuda?

3. ¿Tienen la capacidad logística para hacerlo?

4. ¿Es urgente el tipo de ayuda que piden?

5. ¿Cómo miden la aplicación de esa ayuda? Ej. Número de personas, regiones, artículos comprados, comidas, etc.

Si todo te parece en orden, DONA!

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 3.Ayuda con dinero, evita las cosas que NO te han pedido.

Gestionar la ayuda: personas, dinero, infraestructura, servicios, etc., requiere de una logística precisa y una coordinación eficiente, por lo que pocas organizaciones pueden hacerlo.

Independientemente de nuestras preferencias políticas o sentimientos, el gobierno es quien mejor coordina la ayuda, sin embargo, los líderes comunitarios juegan un papel relevante a la hora de hacer diagnósticos de la realidad en campo.

Si conoces a alguien que coordine la ayuda, ayúdalo primero y pregunta: ¿Qué es lo que realmente necesitas?

Pide que te dé una lista de artículos extremadamente necesarios, y pregunta si existe un suministro de estos artículos cerca de el lugar del desastre que pueda hacer entrega de esta ayuda.  EVITA a toda costa donar cosas que no te pidan, y mucho menos desde un lugar tan lejos, ya que solo crearás un caos en la gestión de la ayuda.

DONA DINERO! Lo mejor que puedes hacer para ayudar a quienes coordinan la ayuda es poder donar dinero para financiar su funcionamiento, y que ellos se encarguen de hacer las compras con la mejor lógistica que exista en el lugar.

No necesariamente tienes que donar a un gobierno, embajada u ONG.

También puedes donar a empresas locales cercanas al desastre: Hoteles, supermercados, escuelas, iglesias e incluso refugios habilitados para desplazados. Infórmate.

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4. Únase a una campaña en lugar de organizar una.

Sabemos que estos momentos generan muchos sentimientos, atención mediática y por supuesto, cámaras. Aunque no estoy en contra de la oportunidad de que algunas ONG y empresas puedan hacer uso de una buena comunicación para enseñar su responsabilidad social, es necesario que aceptemos que hay organizaciones con un mayor alcance y capacidad de ayudar de manera eficiente (punto 2).

Súmate a las campañas existentes, y localiza la mejor campaña y organizador de ayuda posible. Si eres una empresa que hace una donación, puedes utilizar su material como material promocional para invitar a otros a donar.

Siempre debemos respetar y reconocer la iniciativa, el compromiso y la buena voluntad de las organizaciones con más experiencia en gestionar ayudas.

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5. El entretenimiento también es crucial.

Una de las formas más sencillas y eficientes de ayudar es pedirle a alguien que esté cerca de la zona del desastre que abra las puertas de su casa para realizar juegos para niños, actividades recreativas, lecturas y música para las personas afectadas, o si conoces a alguien que pueda realizar este tipo de actividades, puedes recauda fondos para realizar estas actividades.

La ayuda psicológica a través de la recreación es frecuentemente ignorada pero es de suma importancia para afrontar las tragedias y heridas psicológicas que dejan estos eventos.

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6. NO te olvides de los animales.

Si existe un refugio de animales o una ONG que esté coordinando ayuda para animales, también necesitarán ayuda. Considera donar dinero, esfuerzo o tiempo para ayudar a estas iniciativas.

¿Tienes más recomendaciones para ayudar?
Compártelas conmigo en twitter para que puedas incluirlas aqui: @Arrucha

Autor: Roberto A. Arrucha – @Arrucha

Director – The New Global School.