Viena Ciudad Inteligente – 7 razones por las que amarás Viena
Viena Ciudad Inteligente - Amamos Viena
abril 3, 2023

The Global School for New Leadership 

La Escuela Global para Líderes de Gobiero y Empresa.

Desde 2010, Viena, Berlín & Ginebra.

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Desde 2010 tenemos el privilegio de tener nuestra sede en Viena, Austria. Y nos gustaría compartir con ustedes por qué Viena es la ciudad con la mejor calidad de vida en el mundo.

Viena es conocida por ser la capital de la música clásica, históricas casas de café, hermosa arquitectura y por 2do año consecutivo se enlista como la capital de la calidad de vida, de acuerdo a un reporte de The Economist.

El primer lugar ha sido ocupado por Viena desde 2018, cuando Melbourne (Australia) solía tenerlo.

Cada año, The Economist Intelligence Report otorga puntos a 140 ciudades en un rango de 100 factores como el nivel de vida, crimen, infraestructura de transporte, acceso a la educación y salud, así como estabilidad política y económica.

Viena es conocida por su cuasi-perfecto transporte público, por su refrescante agua del grifo directamente desde los Alpes, y su variada vida cultural, obteniendo 99.1 puntos de 100, así como lo hizo el año pasado.

Viena también lidera el primer lugar en otra encuesta, el índice anual de calidad de vida de la firma consultora en recursos humanos «Mercer», siendo este ranking líder indiscutible desde hace 10 años.

 Pero, ¿Por qué Viena está clasificada como la ciudad con mayor calidad de vida?

¿Cuál es su receta para el éxito? 

¿Qué te espera en Viena si decides unirte a uno de nuestros programas?  

1. Movilidad.

Para aumentar el uso del transporte público, Viena ha desarrollado un sistema amplio y asequible en el que un pase anual para el transporte público cuesta solo €365 (372 USD), es decir €1 al día.

El transporte público es solo uno de los muchos contribuyentes a un transporte más limpio. Para avanzar aún más en la sostenibilidad del transporte, la ciudad también se enfoca en vincular el transporte público con las ofertas de alquiler para una mayor movilidad. Cada punto de la ciudad debe tener acceso a transporte público.

En 2019, uno de cada tres viajes realizados en Viena se hizo a pie o en bicicleta, un logro que ha sido posible gracias a un sistema de bicicletas compartidas que funciona desde hace más de 15 años y que poco a poco se ha consolidado como un medio de transporte principal.

Además, de que casi todas las calles cuentan con lineas especiales para bicicletas, lo que convierte esta movilidad en una preferencial después del peatón.

Las bicicletas compartidas de la ciudad, administradas por WienMobil, no solo están equipadas con siete marchas y candados electrónicos, también pueden ubicarse mediante GPS, lo que facilita que todos las encuentren y las devuelvan. 

Y andar en bicicleta no es solo una experiencia individual, también es una experiencia para las familias, ya que algunas bicicletas vienen con asientos para niños, lo que permite a los padres transportar a sus pequeños hacia y desde la escuela de manera fácil y limpia.

Pero, ¿qué pasa con aquellos que necesitan entregar artículos voluminosos? Cargar un estante de Ikea en una bicicleta o en un autobús público no es tarea fácil, incluso puede estar pohibido.

Las bicicletas de carga son la respuesta. Para los grandes viajes de compras, las personas pueden tomar prestadas bicicletas de carga Grätzlfahrrad que pueden transportar hasta 350 kg de mercancías. 

El costo tampoco es un problema: debido a la gran demanda, la ciudad financiará a las personas que deseen comprar bicicletas de carga por una suma de € 1,000 cada una.

La ciudad quiere ofrecer a sus ciudadanos nuevas formas de usar los espacios públicos, y para alentar a más personas a caminar y andar en bicicleta, la Unidad de Ciudades Inteligentes promueve recorridos a pie y en bicicleta haciendo rutas a las afueras de Viena, donde puedes disfrutar de los pequeños pueblos.

En el verano de 2020, Viena desarrolló el proyecto de “calles geniales” para hacer que caminar sea una experiencia más placentera para los peatones. 

La ciudad añadió más zonas verdes, fuentes y duchas con rociadores a las calles, que también quedaron libres de automóviles durante cuatro semanas, lo que proporcionó a las personas un escape de los apartamentos y lugares de trabajo mientras hacía que caminar fuera más placentero.

También se implementan semáforos inteligentes para hacer que las carreteras sean más amigables para los peatones. En Viena no esperas mucho en el semáforo si eres un peatón.

Usando cámaras, detectan a los peatones que se acercan y predicen hacia dónde se dirigen. Una vez que los peatones están a punto de cruzar una calle, los semáforos cambian automáticamente a verde, lo que significa que los peatones no tienen que pasar mucho tiempo esperando en los semáforos y hace que caminar sea menos interrumpido.

En los días escolares, los vehículos tienen prohibido ingresar a las calles de la escuela 30 minutos antes y después del final de las clases. El objetivo es hacer los caminos a y de la escuela, lo más amigables para las familias.

2. Áreas verdes en todos los lados.

Especialmente en el área urbana, donde la mitad de la superficie de la ciudad está cubierta con algún tipo de vegetación, no importa donde vivas, tendrás muy cerca un parque para poder ejercitarte, comer, dormir o solo ir a caminar. Además, !hacer tus fiestas!. 

Viena se ha convertido recientemente en una de las ciudades más verdes del mundo. Los espacios verdes ocupan casi la mitad de la superficie de la ciudad, más que cualquier otra ciudad europea.

Viena establece un alto nivel en términos de conservación, circularidad, gestión de aguas residuales, aire y agua limpios y transporte público. La ciudad cuenta con una tasa de reciclaje residencial del 96 % y prohíbe las bolsas de plástico.

Según los datos publicados por TravelBird, el espacio verde total por persona en Viena era de 95,37 metros cuadrados, de los cuales aproximadamente 37,61 metros cuadrados por persona se referían a bosques y bosques.

2. Beber agua de los Alpes.

El agua de Viena, fresca, inolora y potable, es traída directamente de los Alpes, pero si los habitantes necesitan de más agua para refrescarse, el río Danubio es el lugar perfecto para nadar en verano, y en los días más fríos de invierno, para !patinar sobra el hielo!.

La ciudad recibe diariamente 400,000 m3 de agua dulce de manantial de dos tuberías que parten de los Alpres, en los alrededores de Schneeberg, Rax, Schneealpe y Hochschwab.

Un efecto secundario positivo de esto es que, de camino a Viena, el agua fluye a través de las centrales hidroeléctricas, lo que genera 65 millones de kilovatios hora de energía, lo suficiente para una ciudad pequeña.

Viena fue la primera ciudad del mundo en poner el agua potable bajo protección constitucional, lo que toda la infraestructura y esfuerzo para tener agua potable, es una inversión pública garantizada por el estado.

Y para que todos puedan disfrutar del agua fresca en verano, hay alrededor de 1,300 fuentes de agua potable, 175 duchas de niebla y «rociadores de verano» para reducir el calor en las calles, y te puedas refrescar.

Las 50 fuentes de agua potable de tres metros de altura, denominadas «Brunnhilde», rocían una neblina de agua refrescante por toda la ciudad.

La Torre del Agua de Viena en Favoriten es una reliquia de la época del suministro de agua potable antes de que se construyeran las tuberías que vienen de los alpes; Ya no está conectado a la red de agua, pero es un ejemplo sorprendente del estilo «historicismo industrial» y definitivamente vale la pena visitarlo.

A su alrededor se encuentra el parque acuático Water Tower, con 15,000 m², el parque acuático más grande de Europa.

El paisaje único del parque ofrece cascadas, arroyos, estanques, puentes y pura relajación en sus extensos céspedes.

3. Igualdad. 

Aunque para un Español o Latinoamericanos es muy admirado (si pertenece a un estrato socio-económico bajo), pero también muy incómodo y hasta irritable (si pertenece a un estrato socio-económico alto), las políticas de la ciudad de Viena se centran en mantener bajo, a toda costa, los patrones de desigualdad, incluyendo el control en el costo de vida y  la gentrificación que han afectado a otras grandes ciudades.

Por ejemplo, las tarjetas de viaje anuales para el transporte público cuestan solo un euro por día y ahora superan en número a los automóviles en la ciudad. (Cómodo para los que están acostumbrados al transporte público, pero muy incómodo para los que siempre se han transportado en automóvil). 

Su alta industrialización hace que el costo de los productos sean baratos, y que se goce de uno de los salarios más cómodos de todo el mundo, eso sí, tendrás que aprender a reparar, mover, y gestionar tus propias necesidades ya que el costo de adquirir la mano de obra de otro ser humano es muy costoso.  (Cómodo para aquellos que nunca han gozado de un sueldo que cubra sus necesidades, pero muy incómodo para los que están acostumbrados a servidumbre o atención muy personalizada). 

4. Viviendas asequibles.

Alrededor del 60% de los 1.8 millones de habitantes de la ciudad, vive en una propiedad donde el precio de los alquileres son controlados por intervención en el mercado. La ciudad decidió mantener la oferta de vivienda controlada mediante la apropiación de viviendas sociales extremadamente baratas.

En Viena si no puedes pagar la renta de un departamento, el estado te asigna uno con rentas congeladas.

A finales del siglo XIX y principios del XX, Viena se vio acosada por una dramática escasez de viviendas. Sobre todo, la clase obrera se vio obligada a vivir en espacios reducidos y en una gran pobreza.

Este hacinamiento extremo y la falta de higiene favorecieron el brote de diversas epidemias. La tuberculosis se denominó “la enfermedad vienesa” porque era más frecuente en la capital austriaca que en otros países europeos; también se consideraba una dolencia típica de la clase obrera.

Como reacción a estas condiciones, el gobierno socialdemócrata de la ciudad, que fue elegido por primera vez después de la Primera Guerra Mundial, realizó esfuerzos concertados para mejorar significativamente la situación de la vivienda.

A principios de la década de 1920, la adopción por parte del Ayuntamiento del primer programa de construcción de viviendas para Viena preveía la construcción de 25,000 viviendas en un período de cinco años.

El objetivo subyacente era crear viviendas asequibles y de alta calidad para amplios estratos de la población. Pero se logró mucho más: urbanizaciones con “aire puro, luz y sol” que al mismo tiempo ofrecían jardines de infancia, escuelas y bibliotecas de préstamo, además de equipamientos comunales.

Aunque las condiciones generales y las necesidades han cambiado a lo largo de los años y las décadas, la ciudad de Viena se ha mantenido fiel a su intención política fundamental de garantizar el suministro de viviendas modernas y asequibles a sus ciudadanos.

Hoy por hoy, recibimos en Viena a muchos grupos que trabajan en viviendas sociales, urbanización, y ciudades inteligentes, a que vengan a Viena a conocer de primera mano, el modelo de vivienda social que es tan admirado y estudiado en todo el mundo.

A diferencia de otras ciudades europeas, el tratamiento de las urbanizaciones municipales como objeto de enriquecimiento siempre estuvo fuera de discusión.

El sistema de promoción de viviendas de Viena es una de las herramientas más importantes para seguir proporcionando una cuota suficiente de viviendas asequibles a pesar del aumento de la demanda.

Esto es uno de los pilares más importantes para que Viena sea considerada una de las ciudades más habitables del mundo.

Ninguna otra ciudad europea puede presumir de una constancia similar en su política de vivienda social, una política que nunca se abandonó, ni siquiera cuando el espíritu de la época estaba dictado por el neoliberalismo y las privatizaciones.

La ciudad de Viena apuesta por la construcción de viviendas subvencionadas y, a diferencia de muchas otras metrópolis, nunca se ha planteado vender estas propiedades del municipio.

El gran número de viviendas protegidas ejerce un efecto moderador de precios en todo el mercado inmobiliario de la capital austriaca. Como resultado, los alquileres en Viena son relativamente moderados en comparación con otras metrópolis. Ningún especulador de vivienda es bienvenido en Viena.

Todavía se puede dar por sentada una amplia gama de unidades de vivienda asequibles en Viena. Hoy, alrededor del 50% de todos los vieneses viven en viviendas subvencionadas, ya sea en una de las 220,000 unidades municipales o en uno de los 200,000 pisos cooperativos construidos con subvenciones municipales.

Solo en las 1,800 urbanizaciones municipales de Viena viven cerca de medio millón de ciudadanos. El “Modelo de Viena” de vivienda social garantiza que las generaciones futuras también tengan acceso a un número suficiente de viviendas asequibles.

5. Seguridad. 

La tasa de crímenes en la ciudad es la más baja en casi 20 años. Caminar a cualquier hora en Viena es seguro, y aunque se suele escuchar, muy rara vez, de algunos actos violentos, normalmente suceden por conflictos personales, y no por una falla del sistema social.  

Cuando se trata de ciudades con más de un millón de habitantes, la seguridad puede convertirse en una preocupación, ya que los niveles de delincuencia suelen aumentar en proporción a la población. Por lo tanto, los turistas y los futuros visitantes de Viena siguen preguntándose: ¿Qué tan segura es realmente Viena?

Comenzando por observar el país en su conjunto, Austria se clasificó como el quinto país más seguro del mundo, por delante de Suecia y Suiza.

De acuerdo con este ranking, los delitos violentos y los homicidios constituyeron las porciones más bajas de delincuencia y fueron casi imperceptibles en comparación con otros países.

Además, el país disfruta de relaciones amistosas con sus vecinos, que no cuestionan su independencia y no inducen inestabilidad en la región. Al evaluar la respuesta del país al COVID-19, las vacunas están fácilmente disponibles y las pruebas PCR son gratuitas, lo cual es realmente único en Europa.

Con respecto a Viena, la tasa de criminalidad se considera baja para categorías delictivas como homicidios, robos, agresiones sexuales y delitos relacionados con las drogas.

Además, para delitos como la violencia racial y el robo de vehículos, las tasas son muy bajas.

La ciudad se beneficia en gran medida de las patrullas policiales periódicas y de un gran número de agentes de policía en general. Además, en las estaciones de metro, hay botones de emergencia que las personas pueden usar para pedir ayuda.

Como en todas las capitales del mundo, habrá zonas más seguras que otras, por lo que si podrás encontrar algunas escenas que te harán sentir un poco inseguro, sobre todo si caminas de noche.

No obstante, estamos convencidos que en Viena puedes caminar 99% seguro a cualquier hora del día.

6. Marco de políticas

Desde su lanzamiento en 2013 y oficialmente en 2014, el Smart City Vienna Framework coloca la calidad de vida en sus principales protocolos y con el objetivo claro de mantener el primer lugar hasta 2050.

Este es un largo tema, así que lo dejaremos para otra publicación. Pero te invitamos a que conozcas nuestros programas en Viena enfocados en ciudades inteligentes.

7. Sede de las Naciones Unidas

Desde

Y por lo tanto, cientos de ONG locales, regionales y globales que establecen su sede en colaboración con la ONU, como nosotros The Global School for Social Leaders.

Por invitación del Gobierno de Austria, el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) y la Organización de las Naciones Unidas para el Desarrollo Industrial (ONUDI), establecieron su sede en Viena en 1957 y 1967, respectivamente.

En el decenio de 1970, el Gobierno proporcionó una residencia permanente a esas dos organizaciones: el Centro Internacional de Viena (VIC).

Para hacer pleno uso de las nuevas instalaciones, otras unidades de las Naciones Unidas fueron trasladadas a Viena desde Nueva York y Ginebra. Muchos de ellos se consolidaron en la Oficina de las Naciones Unidas en Viena (UNOV).

Trasladado de Beirut en 1978, el Organismo de Obras Públicas y Socorro de las Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina en Asia Occidental (UNRWA) tuvo su sede provisional en el Vienna antes de trasladarse a la ciudad de Gaza en 1997.

En marzo de 1997, la Comisión Preparatoria para el Proyecto Nuclear Integral, La Organización del Tratado de Prohibición de Pruebas (CTBTO, por sus siglas en inglés) se estableció en el VIC.

En 1966, el Gobierno de Austria hizo una oferta a las Naciones Unidas para construir en Viena un centro internacional para ser utilizado por organizaciones del sistema de las Naciones Unidas.

En 1967, el Gobierno de Austria y la ciudad de Viena, en una decisión conjunta, designaron un área en la orilla izquierda del Danubio como el sitio del centro.

En 1968 se organizó un concurso internacional para el diseño de los edificios. Atrajo el interés de arquitectos de todo el mundo y resultó en la presentación de 288 diseños.

El arquitecto austriaco Johann Staber finalmente fue designado ganador del concurso. Su diseño fue anunciado el 18 de diciembre de 1970 por el Canciller de Austria. La construcción comenzó en 1972 bajo la dirección general del Internationaler Amtssitz und Konferenzzentrum Wien.

Los costos de construcción del VIC (aproximadamente 640 millones de euros) fueron compartidos por el Gobierno de Austria (65 por ciento) y la ciudad de Viena (35 por ciento).

El VIC se inauguró el 23 de agosto de 1979. El OIEA, la ONU, y Austria, firmaron acuerdos separados en nombre de la ONUDI y las demás entidades de las Naciones Unidas en Viena el 28 de septiembre de 1979.

El Gobierno de Austria entregó el complejo del VIC a las Naciones Unidas y al OIEA por la suma simbólica de alquiler de un chelín austriaco (equivalente a 0,07 euros en la actualidad) al año durante 99 años.

El complejo VIC, que ocupa una superficie de 180,000 m², tiene carácter extraterritorial. Los costos de mantenimiento y funcionamiento del CIV corren a cargo de las organizaciones con sede en el CIV.

El VIC comprende unas 4,500 oficinas y 9 salas de conferencias y tiene capacidad para unos 3,600 funcionarios públicos internacionales de más de 100 países.

 ¿Qué no nos gusta de Viena?  

Sin embargo, Viena también es conocida como una de las ciudades menos «amigables» del mundo para los extranjeros, según una encuesta realizada por Expats World, que señala la barrera del idioma como un desencadenante del aislamiento y la falta de integración.

Pero este tema, lo dejaremos para otra ocasión..

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