LA VALORIZACIÓN ENERGÉTICA DE DESECHOS SÓLIDOS Y SUS DESAFÍOS
El ámbito del manejo de los residuos sólidos forma parte del proceso de modernización acorde a la filosofía o cambio de paradigma que plantean las ciudades inteligentes.
En Europa este proceso lleva ya cierto tiempo y hoy puede ver los frutos de estas gestiones de modernización. En el año 2008, el Parlamento Europeo y el Consejo de la Unión Europea emiten la Directiva 2008/98 / CE, estableciendo así la estrategia de gestión común, y en cuyo número 7 podemos leer lo siguiente: “la prevención de residuos debe constituir la primera prioridad de la gestión de residuos, y que deben preferir la reutilización y el reciclado de material a la valorización energética de los residuos, en la medida en que son las mejores opciones ecológicas ”.
Para explicar estos principios en otras palabras lo dividiremos en 3 puntos principales.
1.- Como se debe deber existir una conciencia de producción menor cantidad de residuos (como por ejemplo en la industria del empacado), donde se genera mucho material que es desechado tan pronto se abre el producto para darle uso. Este primer punto nos invita a ser creativos en la formulación de nuevos procesos que den pie a la utilización de materiales biodegradables y diseños más compactos que cumplan con las mismas funciones de proteger el producto final.
2.- El aprovechamiento o reutilización de cada material debe ser la preferencia en la gestión de residuos, lo que implica que esos materiales pueden ser reutilizados como los envases de botellas de cerveza o jugos, pueden ser lavados y llenados para un nuevo uso. Por otra parte, otros materiales pueden ser reciclados como por ejemplo el aluminio utilizado en las latas. El área del reciclaje ha llegado a especializarse, sobre todo en Europa, donde se aplica efectivamente lo que se conoce en inglés como “city-mining”, término que podría traducirse como minar en la ciudad. Este término va alineado con el principio de economía circular, que busca el mayor aprovechamiento de los recursos hasta la culminación de su valor económico, ejemplo de ello, en la demolición de edificaciones, es sorprendente ver las máquinas demoliendo un edificio de una forma tan ordenada que les permite separar los distintos materiales de la edificación: acero, aluminio, vidrio, cobre del cableado, escombros, entre otros, que serán reutilizados en la fabricación de materia prima en el mismo sector de la construcción. De esta manera se reutilizan y se reciclan materiales hasta el final de su vida útil.
3.- Finalmente llegamos a encontrarnos con un tipo de desecho sólido que no puede ser reutilizado y que debe ser llevado a una disposición final. Lo interesante es que estos materiales todavía cuentan con un valor calorífico suficientemente atractivo para la producción de vapor en la valorización energética de residuos sólidos, que viene a ser un proceso ecológico y amigable con el ambiente (siempre y cuando cumplan con el tratamiento de gases de combustión y residuos de forma adecuada).
La planta de valorización energética (conocido en inglés como “waste to energy”) es un sistema de tratamiento de residuos sólidos, en el cual la descomposición térmica de estos materiales se transforma y por medio de turbinas se genera vapor y de subproductos cuentos como energía eléctrica, desalinización de agua de mar, aire acondicionado y otros usos aplicados en el sector industrial.
Puede ser que el lector se pregunte qué diferencia existe entre una planta de valorización de energía y un relleno sanitario bien administrado, donde se puede recuperar gas para la generación de energía eléctrica. Pues bien, un relleno sanitario con el más óptimo manejo solo es capaz de recuperar el 40% de los gases emitidos, adicionalmente existe contaminación visual, olores desagradables, contaminación del aire posible contaminación de las aguas subterráneas por fuga de lixiviados y la generación de enfermedades entre otros daños que realmente no pueden llegar a ser cuantificables. En el caso de las plantas de valorización energía, la recuperación de energía es de un 80%, se eliminan los rellenos sanitarios, se reducen los malos olores,
Se han presentado casos de plantas de valorización de energía, que no han sido exitosos, ya que fueron elaborados bajo la óptica de un proveedor sin adecuarse a las necesidades reales de la ciudad, afectando grandemente la esencia del proyecto.
Cabe destacar, que construir una planta de valorización de energía desde la perspectiva de un proveedor de tecnología, no permite satisfacer las necesidades requeridas por la ciudad y en algunos casos, no se ha logrado incluso poner en funcionamiento la planta construida, por no ser capaz de procesados los desperfectos municipales de dicha ciudad, al no haber sufrido una serie de variables previo al diseño de la planta. Por ejemplo, la humedad de la basura. En cada cultura y ciudad, los componentes de los desechos sólidos, en algunos casos contienen muchos restos de vegetales y esto genera humedad y poca energía calórica y los tratamientos deben ser diferentes.
La construcción de una planta de valorización de energía requiere de una compleja integración de proveedores fabricantes de equipos y tecnología, que requieren el funcionamiento eficiente requerido de dicha planta.
Es por ello importante conceptualizar, planificar y diseñar la planta en las necesidades propias de cada ciudad, para luego integrar las tecnologías y equipos de proveedores múltiples, donde se garantiza el rendimiento óptimo de la planta.
Latinoamérica es una tierra de gracia y se encuentra en un momento muy particular en su desarrollo; el hecho de entrar tarde en los procesos de modernización de sistemas como el ya mencionado, tiene la ventaja de contar con la capacidad de profesionales modificados de instalar tecnología de punta que ha sido probada en otros países y ha logrado cumplir con los mayores controles ecológicos y valorización económica No obstante, el gran desafío está en dos sectores primordiales:
– En el aspecto jurídico el diseño de las leyes que consideran dar paso a este proceso tan necesario e inevitable en nuestros países. Nuestros legisladores deben ser asesorados por profesionales con experiencia probada en otras latitudes, que hayan aprendido de los errores cometidos en otros países y que sean capaces de entender la cultura e idiosincrasia latinoamericana para lograr poner en contexto los lineamientos necesarios y dar así paso al desarrollo sustentable requerido.
– En el aspecto técnico es importante preparar los términos de referencia de las licitaciones públicas, en base a la conceptualización, planificación y diseño según las necesidades propias de cada ciudad. Por muy obvio que parezca en la práctica no siempre se aplica. El diseño de las plantas de valorización energética funcional de un equipo multidisciplinario capaz de dar respuesta a complejos sistemas. Los gobiernos están en el deber de asesorarse con profesionales experimentados e independientes que no están atados a los grandes fabricantes de tecnología, de manera que se garantiza que los requisitos técnicos solicitados en la licitación pública darán pastel al producto idóneo para cada ciudad.
Esta reflexión es válida, no solo en el campo de la valorización energética de los desechos sólidos, sino también en otras áreas de desarrollo e innovación que igualmente son piezas clave y completan el rompecabezas de la adecuación de las ciudades al necesario proceso de convertirla en ciudades inteligentes, como lo son las políticas públicas y las regulaciones, movilidad inteligente y sostenible, espacios urbanos, seguridad ciudadana, ciber-seguridad, participación ciudadana, modelos económicos en un entorno urbano, datos abiertos, integración de la infraestructura y la resiliencia de la ciudad entre otros.
Víctor J. Pérez
Economista de la USM de Venezuela. Master of Arts en Estudios Europeos de la Fachhochschule Burgenland en Austria.
Presidente de CivesSolutions en Austria. Tesorero de SmartCitGov en Austria y Director de Master Alliance Investment Ltd. en Hong Kong.
Correo electrónico: vp@civessolutions.com